Roma Antigua  Corazón del Imperio Romano 
 
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| El Imperio Romano |  
   
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 La historia del imperio romano se divide en dinastías: 
	
- La primera dinastía fué la dinastía Julio-Claudia, 
que abarca desde el año 27 A.C hasta el año 69 D.C. Dentro de esta dinastía 
se hallaron los imperios de: Tiberio, Calígula, Claudio, Nerón, Otón y 
Vitelio.
 	
- La segunda dinastía se la conoce como dinastía Flavia y comprende los 
años 69 D.C hasta el 96 D.C. Esta dinastía comprende los imperios de Vespaciano, 
Tito y Domiciano.
 	
- La tercera dinastía se dió en llamar «de los cinco buenos emperadores» y sus 
gobernantes fueron: Nerva, Trajano, Adriano, Antonino Pío, Marco Aurelio, Cómodo 
(hijo sucesor de Marco Aurelio).
 
- La cuarta dinastía comprende desde el año 193 al 235 D.C. Sus emperadores 
fueron, en órden cronológico: 	Septimio Severo, Caracalla, Macrino, 
Heliogábalo y Alejandro Severo.
  
- Caída del Imperio: Al finalizar la cuarta dinastía desde el año 235 D.C. 
hasta el año 284 D.C. tiene lugar la crisis y posterior decadencia, hasta culminar con 
la caída definitiva del imperio en el 
año 476 D.C.
 
 
  
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| Roma: Capital del Imperio |  
   
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 Roma Antigua, Centro de la Ciudad Eterna. 
El foro romano, entre el Capitolio, el Palatino y el Esquilino, hoy el más amplio campo 
de ruinas de Roma, y  uno de los más importantes del mundo, fué durante unos 
1000 años, lugar de mercado, de reunión y de justicia de los romanos. 
Roma, el Estado que dominó toda la cuenca mediterránea y los estados limítrofes, 
desde Asia Menor hasta las Islas Británicas, y sembró Occidente de importantes 
obras: anfiteatros, templos, puentes, acueductos y calzadas... que testimonian de su 
poderío a lo largo de varios siglos. Roma, ciudad del arte por excelencia, capital 
que fué de un imperio, conserva numerosos monumentos. La ciudad de Roma se expandió 
alrededor de los foros, centro político, cultural y religioso de la ciudad. El Foro 
romano, situado entre el Palatino y el Quirinal, cuenta con el edificio de la Curia 
(Siglo III D.C.), las basílicas Emilia, Julia y de Magencio, arcos de Septimio Severo 
(203), Tito (70 D.C.) que corona la Vía Sacra, y Constantino. Los Foros imperiales 
forman un conjunto arqueológico impresionante, como el Foro de Augusto, el Foro de 
César con el templo de Venus Genitrix, un arco de triunfo, la basílica Argentina 
y el atrium libertatis. El foro de Trajano, provisto de un mercado, la basílica 
Ulpiana, la columna de Trajano (113 D.C.), etc. 
El soberbio Coliseo o anfiteatro Flavio, construído por los 
Emperadores Vespasiano y Tito (72-80 D.C.). Consta de tres pisos de columnas de órdenes 
superpuestas, coronada de pilastras. 
Cerca del Coliseo se alzan: la Iglesia de los Santos Cosme y Damián, antigua biblioteca 
del foro de Vespasiano con un mosaico bizantino del Siglo VI, el Templo de Venus y Roma, la Domus Aurea, etc. 
El Arco de Constantino, un arco triunfal levantado en honor a Constantino. Fué erigido en 315 para conmemorar 
la victoria de Constantino I el Grande en la batalla del Puente Milvio el 28 de octubre de 312. Con una altura de 
25 metros, es el más grande de los tres arcos triunfales que sobreviven en Roma. 
Las Termas de Caracalla (Siglo III) con sus mosaicos, la Vía Apia Antica (312 A.C.) 
El Panteón erigido en época de Augusto (27 A.C.). 
El Castillo de Sant'Angelo, mausoleo imperial situado en la orilla 
derecha del Tíber. Mandado erigir por Adriano en el año 135 D.C., albergó 
su tumba y la de sus sucesores hasta Caracalla. Bajo Aurelio (271), fué convertido en 
fortaleza y, durante la Edad Media, sirvió de prisión y residencia de miembros de 
la nobleza italiana. De 1277 a 1870, estuvo en poder del papado.  
  
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| Ingeniería romana: calzadas, 
puentes y acueductos | 
                       
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 Testigos silenciosos de la grandeza romana. 
Los puentes romanos son un testimonio de la ingeniería avanzada de la antigua Roma, 
caracterizados por su durabilidad, belleza y técnicas innovadoras de construcción. 
Los puentes romanos son un legado invaluable que refleja la capacidad de los antiguos romanos para 
construir obras de ingeniería que han resistido la prueba del tiempo. Su diseño ingenioso y 
su construcción robusta continúan inspirando a arquitectos e ingenieros en la actualidad. 
Construido en el año 142 a.C., el Puente Aemilius, posteriormente llamado Ponte Rotto 
(puente roto), es el puente de piedra más antiguo de Roma. 
El puente Julián (Pont Julien) tradicionalmente datado al año 3 a.C., en la desembocadura 
del desfiladero de Roquefure, a 8 km al oeste de la ciudad de 
Apt. 
De 80 metros de longitud, con una luz de 46 metros, 6 metros de anchura y 4,20 metros de calzada y una 
elevación de 80 metros sobre el cauce, el puente formaba parte de la antigua calzada romana, la 
Vía Domitia que conectaba a 
Narbona, Colonia Narbo Martius y 
Turín, Augusta Taurinorum. 
En la provincia de Adıyaman, en el Sureste de Turquía, 
se encuentra el Puente de Severo, Cendere Köprüsü, construído por la Legión XVI 
bajo el reinado del emperador romano Septimio Severo. El puente de 118 metros de longitud y una anchura 
que varía entre 4,90 y 3,85 metros, cruza el arroyo de Chabinas, un tributario del Kahta en la 
carretera de Kahta a Sincik. 
El mayor puente romano fué el de Trajano sobre el bajo Danubio, construído por Apolodoro 
de Damasco. 
Acueductos como el Puente del Gard 
(Francia) y el Acueducto de 
Segovia, fueron unos de los máximos ejemplos 
de las grandes obras públicas, símbolos de la avanzada civilización de Roma. 
El último de los acueductos de Roma fué el Aqua Alexandrina, de 22 kilómetros 
de longitud, obra de Alejandro Severo en 226 d.C. Permaneció en uso desde el Siglo III hasta el 
VIII d.C. 
Desde los puentes antiguos hasta las estructuras futuristas, estas obras de ingeniería continúan 
desempeñando un papel vital. 
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| Calzadas Romanas | 
                       
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 La grandeza del Imperio romano se hacía patente en sus obras públicas, y 
especialmente en su red de calzadas. Las vías romanas simbolizaban el triunfo del hombre 
sobre la naturaleza salvaje, llevando el órden y la civilización hasta el 
último confín. Por ello se adornaban con arcos triunfales y se tendían 
puentes salvando los ríos y uniendo así las orillas antes irremediablemente 
separadas. Su logro era comparable a las hazañas militares, hasta el punto de que la 
calzada llevaba el nombre de su impulsor. 
A lo largo de su imperio, los romanos construyeron numerosos caminos o calzadas que, en tiempos de 
Trajano, llegaron a alcanzar una longitud de 80.000 Km. Entre las más importantes de estas 
vías que partían de la capital y atravesaban el territorio italiano eran: Aemilia,  
Amerina, Annia, 
Apia, Augustiana, Aurelia, 
Cassia, Clodia, Flaminia, Latina, Popilia, Posturnia, Salaria, 
Sempronia y Valeria. 
En las provincias, la Domicia (Galia) 
 y la Egnatia (Este de Europa). En Hispania, 
 la más célebre fué la Vía Augusta 
  (por el emperador Augusto) que  bordeaba la costa de Levante, uniendo los Pirineos con 
  Córdoba y Cádiz. 
  
  - La Vía Amerina  iba de Roma a Ameria. En realidad  salía 
  de la Vía Cassia en Baccanae (Baccano) e iba por Nepete y Falerii hasta  Ameria.
 
 - La Vía Apia o Via Appia: También llamada 
 Regina Viarum, La Via Appia, con una extensión de más de 800 kilómetros, es la más 
 antigua y la más importante de las grandes vías romanas. Construída y acondicionada desde el 
 312 a.C. hasta el Siglo IV a.C., fué concebida originalmente como una vía estratégica de conquista 
 militar hacia Oriente y Asia  Menor.
 
  
  Fué construída en 312 A.C. por el censor romano Apio Claudio. 
   
En el año 109 d.C., el emperador Trajano inauguró la Vía Trajana, una prolongación 
de la Vía Apia destinada a conectar Benevento con Brundisium (Brindisi) a lo largo de la costa adriática. 	
 
  
 - La Vía Augusta: la más larga de 
 Hispania con una longitud aproximada de 1500 km que 
 discurrían desde los Pirineos hasta Cádiz, 
 bordeando el Mar Mediterráneo.
  
  Comenzaba en Cádiz, pasaba por la actual localidad de 
  La Junquera, donde se prolongaba con la Vía Domitia, 
  que bordeaba la costa del Sur de la Galia hasta  
  Roma.  
  Constituyó el eje principal de la red viaria en la Hispania romana.  	
 - Vía Aurelia: Conducía a Pisa (Etruria) a lo largo de 
 la costa de Liguria, prolongándose en el año 109 A.C. hasta las Galias. El primer 
 tramo iba de Roma a Alsium; de allí llegaba hasta Pisae (Pisa) y la base naval de 
 Guenua (Génova). 
 	
 - La Vía Cassia  llevaba de Roma  a Arretium por Florencia y Lucca.
 	
- Vía Clodia  tenía su inicio a unos 15 km de Roma. Era una bifurcación 
 de la Vía Cassia. Pasaba por Sabate (Bracciano) 
 y, paralela a la Vía Cassia, pasaba por Blera, Tuscania y Saturnia. Parece que llegaba 
 hasta Sena Julia (Siena).
 	
 - Vía Domitia: Fué la primera calzada romana 
 construída en la Galia, más específicamente en la provincia de Gallia Narbonensis, 
 al Sur de Francia, paralela a la costa mediterránea 
 entre los Alpes y los Pirineos. Fué construída en el año 118 a. C. por 
 órden del procónsul Cneo Domicio Enobarbo, de quien tomó el nombre.
 
  - Vía Egnatia construída entre 146 a.C. y 120 a.C., se extendía por 
 las provincias romanas de la antigua Iliria, Macedonia y Tracia, atravesando las modernas  
 Albania, Macedonia del Norte, 
 Grecia, y  Turquía.
  
 Cubría una distancia total de cerca de 1.120 km (746 millas romanas). 
 - Vía Emilia: Hecha construir por Marco Emilio Lépido, entre los años 189 a.C. y 187 a.C., 
 une en línea recta Piacenza y Rímini.
 
 - Vía Flaminia: Transcurría entre Roma y Ariminum, actualmente Rímini, atravesando 
 Etruria y Umbría, uniendo  Roma con la Umbría y el Mar 
 Adriático. Construída por Cayo Flaminio Nepote en 220 A.C. era la principal vía del Norte de Italia.
 	
 - Vía Valeria: Unía la metrópoli con el país de 
 los marsos al Este. Partiendo de Roma, cruzaba las ciudades de Tibur, Carsioli, Alba Fucens, 
 Corfinium donde se le unía la vía Minucia, Teate, hasta Aternum en la costa 
 adriática.
 
   
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